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Un trackball es un dispositivo señalador que consta de una bola sujeta a un receptáculo con sensores para detectar su rotación. Por lo general, se utiliza para mover el cursor por la pantalla del ordenador.

A diferencia de un ratón tradicional, en el que el dispositivo se desplaza sobre una superficie para controlar el cursor, un trackball permanece inmóvil mientras el usuario hace rodar la bola con los dedos o el pulgar para manipular el cursor.

Reducción de la tensión: en comparación con los ratones tradicionales, los trackballs pueden reducir la tensión de la muñeca y el brazo, ya que permiten adoptar posiciones más ergonómicas de la mano.

Ahorro de espacio: al no moverse, el propio trackball requiere menos espacio en el escritorio que un ratón, lo que lo hace ideal para espacios de trabajo reducidos.

Control de precisión: algunos usuarios consideran que los trackballs permiten un control más preciso del cursor, sobre todo, en tareas que requieren movimientos delicados, como el diseño gráfico o los juegos.

Menos dependencia de la superficie: los trackballs se pueden usar en cualquier superficie, lo que los convierte en una opción perfecta para entornos donde un ratón tradicional podría tener problemas, como en superficies irregulares o espacios reducidos.

Sí, hay varios tipos de trackballs, incluidos los que se controlan con el pulgar y los que se manejan con los dedos. Los trackballs que se manejan con el pulgar se controlan con este, mientras que los que se utilizan con los dedos requieren el uso de estos para su operación.

Sí, muchos jugadores optan por los trackballs para ciertos tipos de juegos, sobre todo, aquellos que demandan puntería precisa o controles continuos.

Por lo general, los trackballs requieren menos mantenimiento que los ratones tradicionales, ya que no tienen piezas móviles en la parte inferior que puedan acumular polvo o suciedad. Sin embargo, sigue siendo recomendable limpiar la bola y la zona circundante de vez en cuando para garantizar un funcionamiento óptimo. Para obtener instrucciones sobre cómo limpiar el trackball, vaya a https://youtu.be/iri1oEzI7D8?si=tPcSIyZBNh_YvXqt.

Sí, los trackballs pueden ser más accesibles para personas con ciertas discapacidades, como problemas de movilidad, ya que requieren menos movimiento físico que los ratones tradicionales.

Los trackballs se ofrecen en versiones con cable e inalámbricas, lo que brinda a los usuarios la flexibilidad de elegir según sus preferencias y necesidades. Las opciones sin cables también incluyen trackballs Bluetooth® e inalámbricos de 2,0 GHz.

Sí, muchos trackballs incluyen botones personalizables que pueden programarse para realizar diversas funciones, lo que mejora la productividad y la experiencia del usuario. Descargue KensingtonWorks para personalizar los botones del trackball a su gusto. (https://www.kensington.com/software/kensingtonworks/)

Ergonomía: los trackballs favorecen una posición más natural de la mano, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo.

Precisión: algunos usuarios consideran que los trackballs ofrecen un control más preciso del cursor, sobre todo, en tareas como el diseño gráfico o el trabajo con CAD.

Ahorro de espacio: los trackballs ocupan menos espacio en el escritorio, ya que no necesitan desplazarse de un lado a otro como los ratones tradicionales.

Accesibilidad: los trackballs pueden ser más fáciles de usar para personas con discapacidades o problemas de movilidad.

Experiencia única: el uso de un trackball ofrece una experiencia de usuario distinta que algunos pueden encontrar más cómoda o placentera.

Los trackballs accionados con los dedos (bola central) suelen ofrecer una posición más natural de la mano, lo que reduce la tensión en la muñeca y los dedos durante un uso prolongado. Además, suelen proporcionar un control más preciso, ya que el movimiento de la bola se traduce directamente en el desplazamiento del cursor.

Los trackballs accionados con el pulgar (bola lateral) pueden ser preferibles en situaciones en las que el espacio es limitado, ya que suelen requerir menos superficie que aquellos accionados con los dedos (bola central). Algunos usuarios encuentran que los trackballs accionados con el pulgar (bola lateral) son más fáciles de manejar para ciertos movimientos o gestos de la mano, lo que los hace más adecuados para tareas específicas o para adaptarse a las preferencias individuales.

Si le encantan los trackballs de Kensington y desea aportar comentarios o contenido creativo, rellene una solicitud para ser embajador de Kensington en https://www.kensington.com/programs/ambassador/.